24-03-2009 por Edgar F. Flores Muñoz
Es un hecho que los videojuegos forman parte de las actividades de una gran parte de los niños y adolecentes de hoy día, ya sea que hagan uso de ellos en sus casas, en las casa de sus amigos o en las llamadas arcaderias, salas de videojuegos, "maquinitas", "chispas" o el nombre que reciban localmente. Lo mismo pasa con la televisión, los comics e internet.
También es un hecho que muchos adultos se niegan a dar el salto hacia la tecnología. Por ignorancia, costumbre o simple necedad. Muchas veces, en diversas conversaciones, he escuchado a los padres decir "Es que se la pasa todo el día jugando en la cosa esa", "Es que no me hace caso por estar metido en internet", "No deja de ver televisión, y que alivio, así me deja hacer mis cosas", estimado lector, ¿ha escuchado frases parecidas o las ha dicho?
El título del presente artículo esta enfocado a que como adulto responsable de cualquier menor, nos involucremos en sus actividades, en lugar de simplemente dejar que los llamados nativos digitales se eduquen y distraigan solos, porque así nos es más fácil.
Nuestro deber es no solo la de orientar a los niños en el uso de estas tecnologías si no que también el involucrarnos con ellos en estas actividades, y en cualesquiera otras, generando lasos más fuertes con ellos, mejorando la convivencia, siendo más cercanos. Cuando digo que orientemos a los niños en el uso, no me refiero al como, ya que seguramente ellos nos podrían dar clases de como usar las tecnologías, me refiero más bien a que los orientemos en cuanto a lo que se les presenta sea o no adecuado, y en caso de que algún contenido de un videojuego, una página web o un programa de televisión no sea adecuado podamos tener la capacidad de orientar, no de prohibir, de platicar para que nuestros niños entiendan el porque algo es adecuado o no.
Es fácil tan solo dar acceso a los niños a cuanto videojuego, sistema de televisión de paga o computadora con internet, y si no les damos el acceso nosotros ellos lo conseguirán, es entonces mejor que estemos con ellos y aprender junto con ellos a usar, disfrutar y compartir de dichas actividades, con el doble propósito de orientar y reforzar la convivencia con nuestros hijos.
Seamos la primera persona a la que nuestros hijos le pregunten algo, generemos la confianza ya que en lugar de juzgar sus actividades las compartamos con ellos, y seamos sinceros, no es que no seamos capaces de disfrutar de un videojuego, tal vez tan solo nos sentimos algo humillados porque un niño de 7 años supo como ganarnos una carrera de autos virtuales, pero la verdad es que nuestro objetivo no debe ser ganar si no compartir y orientar.
Espero que después de estas breves líneas algún padre vaya con su hijo y comparta un poco de estas actividades tal vez un poco aburridas o desconocidas para él.
¿Y tú ya jugaste o platicaste con tu hijo hoy?
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